
Nuestras bases espirituales han sido tomadas de dos figuras sumamente importantes de la religión Católica, quienes con su vida nos dieron ejemplo de humildad, evangelización, perseverancia y rectitud.
SAN EDUARDO
(El Confesor): Rey Ingles, nace en 1003 caracterizado por ser muy piadoso, sumamente amable y amante de la paz., se dice que aunque se caso conservo perpetua castidad. Fue desterrado de su patria a la edad 40 años para tomar el reinado. Durante su destierro hizo una promesa a Dios que si lograba volver a Inglaterra iría en peregrinación a Roma, ya en el reinado al no poder cumplirla el papá León Nono le permite cambiarla por otra, darle el dinero de su viaje a los pobres y construir un Monasterio, al cual llamo Westmister ( Monasterio del Occidente), donde su cuerpo permanece incorrupto. Su Fiesta se celebra el 13 de octubre.
SAN PATRICIO
(Patrón de Irlanda): Nace alrededor del ano 387. A la edad de 16 años cae prisionero en manos de piratas quienes lo venden como esclavo a un pagano del norte de Irlanda llamado. Años después logra escapar y regresa a Escocia su patria natal, en donde se prepara y ordena como Sacerdote.